Durante los días 17 y 18 de junio, la activista salvadoreña por los derechos humanos Sonia Sánchez estuvo en Extremadura en el marco de la presentación del informe de Alianza por la Solidaridad "DesTieRRRadas", en el que Sonia participa testimoniando su experiencia de lucha y resistencia por la defensa de los recursos y el territorio en El Salvador.
Sonia Sánchez durante su intervención
en el conversatorio "Resistencias Feministas".
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¡No quisimos perder la oportunidad de conversar un rato con ella!
¿Quién es Sonia Sánchez y por qué estás en Extremadura?
Soy Sonia Sánchez, de El Salvador, parte del movimiento de Mujeres Santo Tomas una organización territorial que somos parte de la red salvadoreña de defensoras, y a su vez parte de la red Mesoamericana de mujeres defensoras de derechos humanos.
Estoy aquí compartiendo la experiencia que vivimos las defensoras en El Salvador y la lucha que nos toca hacer en defensa de los derechos humanos.
¿Qué es para ti el ecofeminismo?
El ecofeminismo para mí es un pensamiento que relaciona la cotidianidad de las mujeres en armonía con la ecología, los bienes comunes...es el respeto que debemos tener a la madre tierra, como nosotras la llamamos, y relacionarla con las mujeres ...podemos decir que el ecofeminismo relaciona o armonizada a la mujer y a la ecología.
La madre tierra también es dadora de vida, como las mujeres somos dadoras de vida...si creemos que el ecofeminismo es un pensamiento que aún hace falta llevarlo a la práctica.
Creo que una ecofeminista debe implementar valores desde el feminismo, desde la ecología...necesitamos relacionarnos aún más
¿Qué os pasa a las defensoras del territorio en El Salvador?
Estamos enfrentando una serie de amenazas y riesgos por el simple hecho de defender derechos, decirles que El Salvador está en una etapa en la que se está destruyendo, en nombre del desarrollo, mantos acuíferos, destruyendo bosques...para construir residenciales, plazas comerciales...desarrollo económico para grandes empresarios, no desarrollo para la población en general...este tipo de proyectos nos trae más vulnerabilidad, por ejemplo un crisis hídrica ya hay una y con la tala masiva de árboles que está ocurriendo en Tacuzcalco, Sonsonate, Valle del Ángel, Nejapa (zona norte de San Salvador), en Santo Tomás...hace que el agua se profundice... y por tanto la filtración de agua en invierno no logre filtrarse y tienda a correr, lo que lleva a inundación, desbordarse quebradas...ante los desastres los que vivimos los impactos somos las mujeres, que somos las cuidadoras, las que tenemos asignado el rol de cuidadoras, de proteger, del trabajo comunitario...las defensoras estamos en una constante denuncia ante la explotación y expropiación de los bienes comunes y el poner denuncias, el demandar los derechos ambientales nos lleva a a amenazas como amenazas de muerte, acoso sexual, discrimininación, judialización, criminalización...son los riesgos que tenemos que pasar y lo más grave es que quienes cometen estas vulneraciones de derechos son las administraciones públicas, las garantes de los derechos humanos, luego vienen los empresarios
Sí es preocupante que las instituciones que tienen que garantizar los derechos humanos sean las que nos están violentando. Cuando no te reciben una demanda, cuando se ponen de lado de la empresa, cuando no aplican la ley como debe de ser, cuando están dando permisos en zonas de recarga hídrica...en el Ministerio de Medio Ambiente de El Salvador directrices de uso de suelo, saben donde se puede construir y donde no...pero a ellos se les hace fácil ir cambiando la normativa...haciendo blandas las leyes para favorecer al empresario y no favorecer la seguridad de la población en general.
¿Son los mismos riesgos y amenazas los que sufren los defensores y defensoras de DD.HH.?
No no son los mismos riesgos y amenazas. Nosotras las defensoras somos cuestionadas por estar al frente de las luchas, nos mandan a cuidar a los hijos, a lavar trastes, a cuidar o a buscar marido, nos dicen que somos mujeres sin marido que no tenemos nadie que nos mande. También somos acosadas por los mismos compañeros de lucha, hay un constante acoso porquete miran sola, no te miran un hombre a la par...piensan que andás buscando marido o que pueden tener la oportunidad de acostarse con una. Me acuerdo que en la lucha ambiental de 2015, un compañero me dijo que cuándo nos íbamos a tomar un café y le dije tráigalo y nos lo tomamos aquí porque sabia por donde iban sus intenciones..."si yo anduviera buscando marido le aseguro que no lo buscaría aquí porque aquí tengo una tarea clara", le dije.
No no son los mismos riesgos y amenazas. Nosotras las defensoras somos cuestionadas por estar al frente de las luchas, nos mandan a cuidar a los hijos, a lavar trastes, a cuidar o a buscar marido, nos dicen que somos mujeres sin marido que no tenemos nadie que nos mande. También somos acosadas por los mismos compañeros de lucha, hay un constante acoso porquete miran sola, no te miran un hombre a la par...piensan que andás buscando marido o que pueden tener la oportunidad de acostarse con una. Me acuerdo que en la lucha ambiental de 2015, un compañero me dijo que cuándo nos íbamos a tomar un café y le dije tráigalo y nos lo tomamos aquí porque sabia por donde iban sus intenciones..."si yo anduviera buscando marido le aseguro que no lo buscaría aquí porque aquí tengo una tarea clara", le dije.
El uso del tiempo que hace un defensor y una defensora también es diferente. El defensor solo se levanta se cambia y se va. Una defensora no. A nosotras nos toca dejar lavado, dejar hecha la limpieza, dejar la comida para los que tienen niños y niñas pequeñas o andar buscando dónde dejar a los hijos para hacer tu trabajo del territorio.
Es difícil el uso del tiempo, también el de recursos. Las mujeres nos movemos con lo poco que tenemos, el hombre no. Las defensoras en El Salvador, la mayoría, no tiene un trabajo formal. Las mujeres vivimos del trabajo informal, de nuestras iniciativas, nuestros propios emprendimientos económicos y ahí andamos con la "ventesita" en la reunión, con las semillas de almendra, de marañón (anacardo)...entre nosotras nos compramos y ahí tenemos por lo menos para comprar el pasaje de vuelta o para llevar la comida del siguiente día. Así es como nos manejamos.
Algo sobre lo que nosotras reflexionábamos en El Salvador es que también las iniciativas que tenemos como defensoras son pactadas por las grandes empresas, por ejemplo, una compañera que hace blusas pintadas se las compran unos empresarios chinos que se las compra a los precios que ellos quieren no a nuestros costes. Pero la necesidad de tener unos recursos nos obliga a vender el producto a lo que nos piden.
Es difícil el tema de los ingresos económicos para las defensoras; es difícil porque no tenemos el tiempo para asumir una responsabilidad remunerada. Yo desde el 2014 no he optado a ingresar en un trabajo remunerado porque no me da el tiempo. Sí hace falta repensarse de qué manera se acompaña a las defensoras en el territorio para generar sus ingresos.
**Puedes escuchar la intervención de Sonia Sánchez como ponente en el conversatorio "Resistencias Feministas" aquí:
https://www.ivoox.com/sonia-sanchez-resistencias-feministas-defensa-los-audios-mp3_rf_37877351_1.html
Es difícil el tema de los ingresos económicos para las defensoras; es difícil porque no tenemos el tiempo para asumir una responsabilidad remunerada. Yo desde el 2014 no he optado a ingresar en un trabajo remunerado porque no me da el tiempo. Sí hace falta repensarse de qué manera se acompaña a las defensoras en el territorio para generar sus ingresos.
**Puedes escuchar la intervención de Sonia Sánchez como ponente en el conversatorio "Resistencias Feministas" aquí:
https://www.ivoox.com/sonia-sanchez-resistencias-feministas-defensa-los-audios-mp3_rf_37877351_1.html
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